CIRO CASTILLO
Escribimos de esto cuando comenzó la pandemia del COVID-19, en los últimos días del mes de febrero.
Dijimos que esta nueva enfermedad iba a generar que brotara, como suele suceder en las crisis, lo mejor y lo peor de nosotros, del ser humano.
Hemos visto videos, imágenes y escuchado historias de verdaderos héroes en medio de la pandemia, pero también conocido el lado negativo que aflora cuando asuntos como la salud y la economía están en completo riesgo.
Mientras médicos, médicas, enfermeras y enfermeros, se juegan la vida en la primera línea de batalla, tratando de salvar a otras personas y controlar la pandemia, ha habido quien los agrede.
Mientras los insumos escasean y no llegan los suficientes a los hospitales, el hijo de Manuel Bartlett, con la complicidad de algún funcionario del IMSS, quiso vender ventiladores a sobreprecio y dicen que chafas.
Mientras la necesidad aflora entre las personas que deporsí tienen carencias, aparecen grupos delictivos que entregan migajas en forma de despensas a los más necesitados.
Mientras cientos de medios de comunicación intentamos informar de lo que está aconteciendo, sin causar pánico y alarma, otros aprovechan para desinformar.
Mientras millones de personas hacen el esfuerzo de guardar la sana distancia, algunos sí con un poco de más comodidad y otros, como pueden, otros tantos millones se resisten y argumentan que la enfermedad no existe.
Es cierto, a veces resulta muy complicado creer en los políticos y en los gobiernos que, sexenio tras sexenio nos han tomado el pelo; sin embargo, en esta ocasión el COVID-19 es una realidad, una dura realidad ante la cual, aunque quisiéramos, no podemos cerrar los ojos…
SIGUEN LAS SEÑALES ENCONTRADAS
El gobierno federal, quizá empujado por los grandes intereses de Estados Unidos en México y sectores económicos que no aguantan más la parálisiseconómica, anunció el regreso a la “nueva normalidad”.
El problema es que desde el anuncio de esta etapa que, básicamente comenzará el primero de junio, muchos entendieron que se había “domado” a la pandemia y ya se podía volver a las calles.
Parece que la decisión del gobierno mexicano es la mejor para favorecer la economía, la cual ha tenido durísimas caídas, hasta de un 90 por ciento en sectores como el automotriz; sin embargo, existe el riesgo de que la enfermedad se multiplique.
Mientras el gobierno federal dice una cosa, los estatales parecen decir y hacer otra.
Al final será cada autoridad estatal, guiándose de sus expertos en salud, la que tendrá que tomar la decisión de hacia dónde ir, porque no podemos cerrar los ojos…
MAPAS Y MIEDOS
El fin de semana alguien filtró un mapa de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en el que se puede ver cómo se han multiplicado los casos de COVID_19 en la capital del estado, lo cual es lógico porque tiene el mayor número de habitantes y por consiguiente mayor movilidad.
El problema es que esos mapas pueden generar miedo. Si la autoridad y los medios difundiéramos cada colonia, calle o avenida y casa donde se ubica un paciente COVID-19, habría tremendo escándalo porque casi siempre nos domina el miedo ante una enfermedad a la que no podemos cerrar los ojos…
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