Ciro Castillo
Ese refrán mexicano que dice, “después de ahogado el niño a tapar el pozo”, parece hasta cruel, pero es casi siempre lo que sucede en muchos sentidos. Las autoridades y los que hacen las leyes, toman medidas, cuando la tragedia ya ha ocurrido.
En general, parece que, a los mexicanos eso de la prevención no se nos da mucho; ocurre con nuestra salud: vamos al médico hasta que realmente nos sentimos mal. Antes, por ahí la vamos pasando, con “mejoralitos”.
Ahora bien, cuando se trata de que se tomen medidas y realmente se materialicen, habrá valido la pena, aunque haya detrás una estela de dolor.
Por qué lo decimos, pues porque recientemente se han presentado sendos accidentes carreteros con saldos fatales que, sencillamente no deberían ocurrir.
El más reciente sucedió el viernes en el Estado de México, donde un camión cargado con feligreses que iban desde Michoacán a ver al Señor de Chalma, terminó estrellándose contra una vivienda con un saldo fatal de 20 muertos y al menos dos decenas de heridos.
Como siempre, son muchas las preguntas que se quedan en el aire: ¿Quién fue el responsable? ¿La unidad, con evidente sobrecupo, se encontraba en mal estado? ¿Quién verifica que estos camiones cumplan con las garantías mínimas de seguridad? ¿El conductor iba en sus cinco sentidos?
Las respuestas, lamentablemente no han llegado y quizá nunca llegarán.
A veces los mismos familiares de las víctimas prefieren cargar con su dolor, y evitarse el martirio de acudir ante las autoridades a denunciar, porque poco no esperan tener mucho éxito. Desconfían.
Estos accidentes, en otros países, simplemente se convierten en una tragedia nacional y traen consigo una serie de investigaciones, pues, porque ya lo indicamos arriba: no deberían ocurrir.
En México, parece que nos consternamos y decimos “hay pobrecitos”, “hay qué tragedia”. Las autoridades se dan golpes de pecho, prometen investigar y mandan condolencias pero no pasa de ahí.
Ojalá, y ahí viene la exigencia, que esta ocasión sea la excepción. Que se investigue a fondo y que haya responsables. Los tiene qué haber. Y bueno, si de afinar las leyes se trata, pues que se afinen, pero, sobre todo, que se apliquen…
Pochotazos
Hace mucho tiempo que La Pochota se secó en el acceso Poniente de Tuxtla Gutiérrez y aún sigue siendo punto de referencia para propios y extraños.
En la semana que concluyó, dos percances carreteros sucedieron ahí en esa zona, donde hay una rampa de emergencias que, aparentemente no termina de ser la mejor herramienta preventiva.
El jueves, un pesado tráiler cargado con materiales, presuntamente se quedó sin frenos.
El conductor, vivo y listo, maniobró para que la unidad no se siguiera de frente y terminó estrellándola contra el muro de contención, pues de lo contrario, pudo haber ocurrido una tragedia.
Al día siguiente, quizá más por imprudencia del conductor de un microbús de pasajeros, una “madrina” cargada con autos compactos, casi le hace sandwich. El problema es que dentro del camión venían pasajeros.
De nuevo una serie de interrogantes: ¿Es necesario tomar otras medidas preventivas en la zona de La Pochota para evitar futuras tragedias? ¿Qué autoridad o autoridades deben poner orden ahí?
A veces parece, en el caso del transporte lo decimos, que los dueños de las unidades mandan a sus conductores a la “buena de Dios”, como si dentro de las unidades viajaran objetos o animales.
Ojalá que estos dos percances, como otros que han enlutado a las carreteras en el estado en fechas recientes, ya sirvan para que la ley se aplique a “rajatabla”…
El drama sigue
No deja de ser noticia el drama de los migrantes en la Frontera Sur. Ahora a los indocumentados, principalmente haitianos, les ha dado por bloquear carreteras, un día sí y el otro también.
Quizá es mucha la necesidad que tienen. Quizá no soy ellos los que realmente tienen esas ideas, sino sus líderes. Quizá, en verdad, tendríamos que tener “buen corazón”. Pero también, si vienen a nuestro país en busca de asilo, de otra oportunidad de vida, mínimo tienen que respetar las leyes.
Tienen razón los chiapanecos y mexicanos cuando se cuestionan: cómo nos tratarían a nosotros si llegáramos a cualquier país a pedir ayuda y realizáramos protestas. Por supuesto que nos tundirían a palos…
Aderezos
—A muchos parece que ya se les olvidó que seguimos en medio de una pandemia y salen a las calles sin las mínimas medidas preventivas; ah, pero eso sí, no quieren que se abran las escuelas…
—No podemos confiarnos. Reportan una nueva variante del covid-19, y quizá no será la primera ni la última. Como alguna vez se dijo: a lo mejor esta enfermedad llegó para quedarse…
—No se aloque con las compras decembrinas. Una, porque no hay dinero que ajuste y otra, porque podríamos estar ante la cuarta oleada del coronavirus…
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