Ciro Castillo
Es la última entrega del año y, en primer lugar quiero dar gracias a quienes dirigen Cuarto Poder por brindarme un espacio en este medio informativo, de los pocos que sobreviven a la embestida de lo digital y las redes sociales. Tiene mucho mérito.
En segundo lugar, gracias a los lectores pues en estos tiempos cuando la información viaja a “mil por hora”, existen demasiadas opciones para enterarse y que una persona te lea ya es un triunfo.
En tercer lugar, gracias a los amigos que en sus plataformas no han dejado de replicar la Ensalada de Grillos que ya está a punto de ser una quinceañera, aunque parece mayorcita.
A todos, jefas, a familiares y amigos, a los seres más preciados que todos tenemos, que 2022 nos depare mejores parabienes y que la bendita pandemia no se ensañe con nadie. Son nuestros buenos deseos…
La inseguridad
Este lunes, el último del año, fue uno de los días más violentos de que se tenga memoria en México. Como si el destino quisiera recordarnos dónde estamos parados, fueron reportados 90 homicidios dolosos, de acuerdo con cifras oficiales.
Parece que la realidad, al menos en materia de seguridad sigue pasando la factura al gobierno actual, a quien no podemos responsabilizar de todo, pero una cosa son las promesas de campaña y otra la bendita realidad.
El despliegue del Ejército, la Guardia Nacional y la Marina son insuficientes para contener la oleada violenta en la que mucho tienen que ver al menos ocho organizaciones criminales que operan a lo largo y ancho del país.
Esta misma semana leíamos al experimentado obispo emérito, Felipe Arizmendi, aquí en Cuarto Poder, lamentando que a pesar de los múltiples apoyos que se ofrecen a las familias mexicanas mediante programas sociales la pobreza sigue rampante, y lo que es peor, la inseguridad hace más complicada esa miseria de la que muchas familias tienen que escapar.
Aunque no se trata solamente de buenos deseos, ojalá que en 2022 se pueda rectificar un poco el camino, aunque al paso que vamos, se antoja complicado…
En qué ola vamos
En Europa hablan de la sexta oleada del covid-19 y en México seguimos en la segunda; solo en Nuevo León se aventuraron a decir que estamos ya en la cuarta.
Las cifras más recientes indican que, oficialmente, la nación mexicana le está “pegando” a los 300 mil muertos, aunque hay estimaciones de que ya rondamos en los 600 mil fallecimientos por la pandemia.
Como sea, las cifras que sean, son miles de familias que se han visto enlutadas por una enfermedad que, según parece, llegó para quedarse y tendremos que acostumbrarnos.
Aunque claro, tampoco se trata de acostumbrarnos tanto, porque a cualquiera nos puede tocar.
Al contrario, es mejor no confiarse y mantener las medidas sanitarias que ya conocemos.
Una cosa es que ahora tengamos un poquito de más confianza con las vacunas, pero otra que creamos que ya estamos salvados. En realidad, nadie está salvado.
Si estas en estas fiestas decembrinas ya se ha podido convivir un poco más, tampoco es para echar las campanas al vuelo porque la pandemia sigue y seguirá.
Ojalá que en el año que comienza, no olvidemos que nadie tiene la vida comprada y que mantengamos las precauciones, pero como ya dijimos, solo son buenos deseos…
La cuesta a cuestas
Todos los comienzos de año son complicados, especialmente en lo económico; y así pinta el que estamos por comenzar.
En el cierre de 2021 la inflación se hizo presente. Que cómo se traduce. Pues en que sube todo. Suben los combustibles, el transporte de las mercancías, los alimentos, los créditos. Sube todo.
Ojalá que el gobierno de la Cuarta Transformación, aunque no se trata de un asunto que afecte solamente a un país, escuche a los expertos en la materia, para que no tengamos otra época de alzas cuando el papel moneda es solamente eso, papel.
Lo poquito que ha quedado de 2021 hay que administrarlo bien, para que alcance.
Hay que cuidar los empleos, porque hace apenas dos años todos estábamos rimbombantes, pero luego vino la pandemia y nos puso un estatequieto. Se cayeron los negocios y miles nos quedamos sin empleo. A cuidarlos, sin excusas…
Aderezos
-Uno de mis hijos me sigue preguntando porqué en los bares y las cantinas continúa la fiesta, pero a las escuelas, muchos se resisten a regresar. No digo que todos los maestros, pero algunos parece que están mejor así…
-Si la elección presidencial de 2024 ya está adelantada, nomas espérese a que avance un poco el 2022. De nuevo estaremos trepados en la misma mula, la de los comicios que parecen no tener fin…
-Y qué me dice del terruño. En el año que está por comenzar serán más visibles los compromisos, los acuerdos, las alianzas, “los destapes”, los suspirantes. Nomás que no coman ansias. Feliz 2022 a todos…
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