Bienvenida al infierno: La Feria

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Sr. López

Ya le he contado de tío Daniel, que era avaro y de pocas luces (un tonto redomado), que tuvo muchos años su coche parado frente a su casa, cayéndose a pedazos, hasta que un día anunció que ya lo iba a arreglar… lo pintó a brocha él mismo. Tía Elenita su esposa, sin decirle nada, contrató una grúa y no se supo más. A grandes males…
Viendo los asuntos que tienen capturada la atención del respetable, como la posible reforma del Poder Judicial; el intento de desaparecer a los órganos constitucionales autónomos; a quiénes va nombrando como parte de su gabinete la próxima Presidenta; o el cálculo válido de la sobrerrepresentación legislativa… viendo tales cuestiones acaparando la cobertura de los medios de comunicación, cualquiera que no sepa cómo está México, pensaría que está muy bien, tanto, que la opinión pública se ocupa de refinados asuntos de alta costura judicial y política (y de la Selección Nacional, claro).
No es así. Una vez que jure el cargo, se tercie la banda y se aposente en La Silla, Claudia Sheinbaum recibirá un país que no está en guerra, conforme a los criterios establecidos en el Derecho Internacional Público; recibirá un país que no se debate en un conflicto armado, como lo define la ONU, de acuerdo: recibirá un México que no está en paz, sumido en la inseguridad.
Que los sabios del Derecho le pongan nombre a la situación, guerra, conflicto armado o despelote generalizado, da lo mismo para efectos prácticos, con una salvedad: si progresa en los EUA la repetida petición de clasificar a las bandas del crimen organizado de México, como grupos terroristas, doña Sheinbaum va a tener un problema inmenso que pondría a su gobierno en la ruta de un choque frontal con el de los EUA.
Para México es inaceptable que a nuestros criminales organizados, con todo su salvajismo y crueldad se les considere terroristas, pues entonces las agencias de inteligencia, de seguridad y las fuerzas armadas de los EUA, podrían intervenir directamente en nuestro territorio sin violar sus leyes de allá, con espionaje, tropas de élite o drones, que recursos les sobran; sin mencionar las consecuencias económicas que habría, como el bloqueo de activos mexicanos (de políticos incluidos), sin decir ¡’ai va el golpe!
No piense usted que es una remota posibilidad. En los EUA ya es clamor que se declare como terroristas a las bandas del crimen organizado de acá. Aparte de voces de representantes y senadores, que allá no son de despreciar, aparte, repito, fiscales generales de 21 estados de los EUA, solicitaron eso el 8 de febrero de 2023: que la Casa Blanca declare a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas… ¿y sabe qué?, eso lo puede hacer el Departamento de Estado yanqui que tiene esa facultad, no necesita autorización de su Congreso. Cuidado.
Por supuesto nuestro gobierno federal, la Cancillería y el propio Presidente de la república se han opuesto enérgicamente a tal cosa que sí abriría la puerta legal (legal en los EUA), a intervenciones que sin duda violan la soberanía de nuestro país, pero las gallardas reacciones y galanas frases patrióticas, naufragan ante la evidencia:
Uno de los principales argumentos esgrimidos en los EUA para respaldar eso de intervenir directamente en México para aniquilar narcos, es que México se ha jugado su última carta en este conflicto como ratifica la presencia del Ejército, Marina Armada y Guardia Nacional militarizada, en amplias regiones del territorio nacional y en las calles de no pocas ciudades, dada la evidente incapacidad de recobrar con fuerzas policiacas la seguridad pública en al menos la tercera parte del país.
No es de despreciar el argumento, se usa a las fuerzas armadas cuando se combate a grupos armados. A ese alegato añaden que ya se ha dado la oportunidad tres sexenios, a nuestro país de poner orden, casi 18 años y que lejos de mejorar la situación ha empeorado al grado de que en los EUA mueren anualmente 100 mil consumidores de fentanilo elaborado en México y traficado hacia allá (en toda la guerra del Vietnam los EUA tuvo 58,126 muertos y sigue siendo una herida abierta en esa nación… imagínese 100 mil muertes anuales por las gracias de nuestros delincuentes).
Para empeorar mucho pero mucho, las cosas, los servicios de inteligencia del Centro de Política de Seguridad de Estados Unidos, y el Mosad, agencia de inteligencia de Israel en el exterior, informan de vínculos confirmados -incluso con detenidos y procesados-, de las principales bandas del crimen organizado de México, con la organización terrorista Hezbollah, que “tiene bases de entrenamiento y células en México y (…) ayudan a los cárteles de la droga con habilidades en la fabricación de bombas y explosivos”. Sí, así de grave.
Sean o no organizaciones terroristas las bandas criminales mexicanas, eso solo, su relación con Hezbollah, que no solo es un grupo terrorista, sino que es claro el apoyo que recibe de Irán y de Rusia, pone a México en una posición de entredicho mayor ante el mundo, por si los EUA no nos importaran.
No son bromas el Hezbollah, lo clasifican como organización terrorista no solo los EUA e Israel sino también la Unión Europea (27 países), Argentina, Australia, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y Egipto entre otros. Y reportan que Hezbollah tiene operaciones en doce naciones… y México, como país estratégico dada su frontera con los EUA. ¡Caray!
No hay ningún otro problema, de los no pocos que tiene el país, más grave, más urgente, más amenazante. Todo lo que la próxima administración federal consiga en materia de economía, salud, educación y lo que se le ocurra, será agua de borrajas si no se consiguen resultados tangibles en la seguridad pública y la recuperación del control de todo el territorio. Nuestro desbarajuste y la anarquía que lo acompaña, no se resuelve con abrazos y otros datos.
Sin ironía, se le dice por segunda vez: doña Sheinbaum, bienvenida al infierno.

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