Sr. López
Tío Daniel era rico pero avaro, avaro de escandalizar a Ebenezer Scrooge. Tuvo el mismo carro 30 años y los últimos 25, parado en el garaje, cayéndose a pedazos, porque se le desbieló y nunca encontró un mecánico que le cobrara “lo justo”. El caso es que un día anunció que empezaría a arreglarlo… y lo pintó a brocha, él mismo. Quedó peor pero decía: -Por algo se empieza –no es invento, es rigurosamente cierto.
Ahora resulta que en México, desde hace más de 200 años, estuvimos todos en babia y no vimos que la solución a la corrupción estructural o individual de jueces, magistrados y ministros, es que sean elegidos por la ciudadanía, igual que se eligen presidentes de la república, diputados, senadores y alcaldes… a ver, ¡cuándo se ha sabido que se corrompa un servidor público elegido!… a ver, ¡cuándo!
Pero ¡hay un Dios!, y nuestro actual Presidente le dio al clavo y ahora enfrenta la resistencia de las fuerzas del mal que se oponen a que los juzgadores sean elegidos por el pueblo bueno, ese mismo que elige por una mayoría arrasadora a los mismos que no les dan seguridad pública, servicios de salud, educación de calidad, ni nada (bueno, sí, su dinerito bimestral, eso sí).
Solo los oposicionistas, esos a los que nada les acomoda, piensan que el todavía Presidente, se tardó más de cinco años en emprender tan importante reforma y hasta critican que ahora le urja. Bueno, le urge no dejarnos en el desamparo, no vaya nadie a pensar en que es una venganza personal del redentor todo-terreno de la nación, contra un Poder del Estado que le puso las peras a 24 con algunas de sus leyes inconstitucionales. No se le olvide, el fuerte del señor no es la venganza.
Y tan hay un Dios, que el 2 de junio le puso a su disposición un Poder Legislativo como le gusta a él: a sus órdenes, aunque sea nada más un mes, septiembre, que él aprovechará para transformar el Poder Judicial. Y luego… nada, nada, todo seguirá igual a menos que usted piense que de verdad, elegir a los jueces por voto popular era el secreto mejor guardado de los corruptos para seguir siendo corruptos.
Así, con doña Sheinbaum tratando de aplacar inversionistas, calificadoras y mercados, el todavía Presidente, pisa el acelerador para que México entre al selecto grupo de los países que eligen popularmente a sus jueces… selecto grupo es decir mucho, solo Bolivia lo hace y así les ha ido: fatal. Y ni es cierto, en Bolivia NO se elige por voto popular a los jueces sino exclusivamente a los 56 cargos judiciales más importantes, entre ellos, su Tribunal Constitucional… y tampoco es cierto, ya lo redujeron a 26.
La experiencia boliviana es fatal. En 2009 estrenaron nueva Constitución de parte de Evo Morales, con esta necedad de elegir jueces por votación general; en 2011 los eligieron por primera vez, en medio de críticas generalizadas muy graves; repitieron la dosis en 2017 y les fue peor: el 66% de las boletas las anuló la gente; y desde el 2023, están atascados, sin elegir a nadie, con puros “interinos” (a menos que este menda esté atrasado de noticias).
La consumación del fracaso boliviano en la elección de esos 26 jueces, es que no logró nada de lo anunciado y organismos nacionales e internacionales señalan su politización… y su enorme corrupción, peor que antes. A fin de cuentas la elección de los ministros del Tribunal Constitucional de Bolivia, sirvió solo para que a trancas y barrancas se reeligiera don Evo Morales. Punto.
El desastre de Bolivia en esto, lo ratifican informes como el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y desde la ONU, el relator especial para la Independencia de Jueces y Abogados, que coinciden en que en Bolivia “no había ni hay independencia de jueces ni del Ministerio Público”; y la World Justice Project califica a Bolivia “entre las peores justicias en el mundo”. Y punto redondo.
Hay quien dice que en Suiza y los EUA, se elige a los jueces, no es cierto. En Suiza lo hacen en los cantones para lo que llaman jueces legos (jueces de paz). En los EUA en cinco de sus 50 estados, eligen a los jueves locales; en la mayoría de los demás estados, los nombra el Gobernador y en algunos de esos, la gente vota al término de sus periodos si siguen en el cargo.
En el mundo no se elige por votación popular a los jueces, impartidores de justicia, porque es una barbajanada igual a elegir cirujanos por voto… y el Derecho es hasta más complicado que la Medicina.
Por algo la Comisión Europea insiste en que la elección de jueces no entre en el sistema de elección. Y en 2010, el Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa, fijó como estándar que al menos la mitad de los miembros de los consejos judiciales deben ser jueces elegidos por los propios jueces y es muy insistente en que “las autoridades políticas no deben participar en ninguna etapa del proceso de selección del turno judicial”.
Pero como nuestro Presidente no logra controlar su emisión de palabras, terco en dejar el país a su gusto aunque le complique su gobierno a su sucesora, ya nos perjudicó: ayer la muy poderosa Eurasia Group, firma líder en investigación y consultoría de riesgos geopolíticos, con oficinas en Nueva York, Londres, Washington, DC, Tokio, San Francisco, São Paulo, Brasilia y Singapur, emitió la alarma y degradó las trayectorias a corto y largo plazo de México; dijeron: “(…) la independencia judicial y la estabilidad fiscal, están sufriendo un golpe apenas una semana después de las elecciones y lucirán peor en el futuro (…) socavará la confianza de los inversionistas (…) no sorprende que el mercado reaccionara negativamente. La razón principal es la reforma judicial (…) AMLO está dejando las cuentas fiscales del país en condiciones mucho peores de como las heredó (…)”.
Estamos advertidos… ¿estamos?… no, doña Claudia está advertida: si le da gusto a su mentor, el país se va al barranco… ella cargará seis años esa piedra, será el “error de septiembre”, su error, y va a entender muy bien lo que fue ese beso de Judas.