LA FERIA/ Sr. López
En la familia materno-toluqueña, tío Lito (Emilio, Emilito… Lito), tenía fama de tonto y era burla de todos -a sus espaldas-, porque de veras, ¡decía cada cosa!, pero Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, decía que tonto, tonto, pero barría dinero en su negocio (una inmensa mercería), y los que se burlaban de él, listos muy listos, pero estaban de empleaditos a sueldos de hambre. Pues… sí.
En principio, podemos suponer que en algo estamos de acuerdo todos los gallardos integrantes del peladaje nacional: el Trump nos cae en la puntita del hígado. Sí, nos insulta, nos desprecia, nos agrede, nos descalifica… ¡que vaya mucho a…! (Palenque, por ejemplo).
Establecido lo anterior, le propongo revisar así sea a volapié, algunas de las propuestas del mequetrefe Trump, pues algo debe explicar su triunfo arrollador en las elecciones de los EEUU (y ganó todo, presidencia y Congreso, igual que ya sabe qué señora). Siempre es útil saber qué piensa el enemigo (porque el Trump es eso y jamás será amigo nuestro).
Sus propuestas están en el documento “Agenda 47” -lo encuentra en el sitio web del Partido Republicano-, y no en el ‘Proyecto 2025’, ‘Mandato para el Liderazgo’, de la poderosa Fundación Heritage, tan cuestionada (como le quieren endilgar algunos rumbosos columnistas nacionales).
Se advierte a usted que no (NO), se comentarán los graves despropósitos del Trump, sino algunos de sus planteamientos que no parecen disparates y que puede implantar, unos con previa autorización del Congreso (en el que ganó mayoría), y otros, emitiendo órdenes ejecutivas que con su sola firma, valen y se cumplen igual que una ley.
Sobre la economía, el Trump propone recortar impuestos y reducir regulaciones federales a los empresarios de los EEUU, a la par que imponer aranceles a países con “prácticas comerciales desleales”. Los tontamente optimistas del gobierno mexicano, afirman que no nos puede poner aranceles porque se le desata la inflación… ¿sí?, pues algo ayudará que baje impuestos. ¿Si fuera ciudadano de allá no le sonaría lógico, de veras no?
De la salud pública, propone que las agencias federales (del gobierno de EEUU, última vez que se aclara), solo compren medicamentos hechos en su país y los paguen a los laboratorios “al mejor precio que ofrezcan a naciones extranjeras”. Aparte, que no se vendan a gobiernos extranjeros, “medicamentos esenciales” necesarios en su país. ¿Le parece una locura?
En Seguridad Social (cubre vejez, sobrevivientes, invalidez, discapacidad, seguro médico y hospitalario -Medicare y Medicaid-, desempleo, etc.), propone no hacer recortes “bajo ninguna circunstancia”. ¿Alguna objeción?
A todos los departamentos federales les prohibirá trabajar con las grandes plataformas de redes sociales y empresas tecnológicas, que censuren a la ciudadanía, y les impondrá mayor responsabilidad legal (por ejemplo por la difusión de pornografía infantil o “cursos” para terroristas). ¿Está mal?
Sobre el rudo asunto de las personas ‘transgénero’, ordenará que sea expulsado del seguro médico -Medicare y Medicaid-, cualquier médico o sanatorio que a cargo del seguro (del gobierno), dé tratamiento o haga cirugías de cambio de sexo; retirará el financiamiento federal a las escuelas en que su directiva o los maestros, enseñen a los niños que pueden estar “atrapados en el cuerpo equivocado”; y presentará al Congreso una ley para definir que “los únicos géneros reconocidos por el gobierno de Estados Unidos son masculino y femenino”. Por cierto: el Trump hará ley que los hombres que se “perciben” como mujeres, no compitan contra mujeres en el deporte. ¡Caramba!, no es una locura, la locura es lo que se está haciendo.
Este menda piensa que cada quién se “perciba” como le dé la gana, pero que pague de su bolsillo el “cambio de género” (solo aparente, que de repente la “señora” tiene cáncer de próstata); que los maestros no confundan a los niños y que la autoridad no tenga que legislar para género no binario, androginos, intersexuales, ‘genderqueers’, agéneros, bigéneros, trigéneros, ‘shemales’ y lo que se le ocurra, que hay por ahí algunos que se perciben animales (en serio), y exigen ser cuidados… y alimentados.
En educación propone fomentar que en las escuelas se alienten los valores cívicos y la oración; que se expulse a los “alborotadores fuera de control”; y permitir que los maestros que lo decidan, porten armas de fuego ocultas. Y le impondrá multas a las universidades en que se practique la discriminación racial. Lo de las armas suena extremo, pero a la vista de las matanzas que han sufrido ya varias veces, no es ninguna locura.
Sobre los inmigrantes ilegales, plantea prohibir que reciban cualquier beneficio económico del gobierno y por supuesto, imponer las deportaciones masivas y la persecución de las mafias dedicadas al tráfico de personas. Sin comentarios, muy su casa.
Respecto del crimen: ordenará al Departamento de Justicia “desmantelar todas las pandillas, bandas callejeras y redes de drogas en Estados Unidos”; y si las policías estatales o locales se nieguen a actuar, desplegará tropas federales y su Guardia Nacional, “para restablecer la ley y el orden”. Propondrá al Congreso la pena de muerte para narcotraficantes de drogas, integrantes del crimen organizado y a traficantes de personas. Muy duro… muy su casa.
En lo de la política exterior y defensa, manejará línea dura con China y restringirá la propiedad de China de infraestructura en los EEUU; construirá un escudo de defensa contra misiles (como el que tiene Israel, con tecnología yanqui, por cierto); y exigirá a sus aliados europeos que paguen a su país las reservas de armamento que han enviado a Ucrania… y que se pongan al corriente con sus cuotas a la OTAN. Ni tan loco.
Sí, Trump es un salvaje y un patán pero el tipo cumplirá a trancas y barrancas en su segundo y último periodo.
Si fuera usted ciudadano de ese país, a lo mejor votaría por él, como votaron tantos latinos. No nos hagamos tontos porque nos hacemos tontos.