CIRO CASTILLO
La pandemia del coronavirus preocupa y angustia mucho a la población de nuestro país porque ya hay y habrá más muertos; sin embargo, el otro problema que se viene es el económico, el cual tampoco es miel sobre hojuelas.
Los más alarmistas y catastrofistas que le saben al tema económico dicen que podría haber un decrecimiento de la economía de hasta un ocho por ciento este año.
La situación es todavía más compleja porque el precio del petróleo, del cual dependen mucho los ingresos de México, están en niveles nunca antes vistos. Por eso bajó la gasolina, porque el precio del “crudo” está por los suelos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que primero los pobres, es decir, son prioridad los grupos vulnerables que reciben programas sociales.
La pregunta es: ¿qué pasará con aquellos que viven al día, que trabajan en la informalidad?
Pero lo mismo: ¿qué pasará con las micro, pequeñasy medianas empresas, para las cuales, parar un mesde parálisis puede simplemente significar la quiebra?
AMLO dice que no aplicará las mismas políticas del pasado (con Salinas, con Zedillo, con Fox, con Calderón o con Peña), cuando se rescataba a las grandes empresas, pero qué pasará con los que tienen un pequeño negocio.
La mayoría de la gente ha respondido a los llamados de “sana distancia” y “quédate en casa”, pero qué pasará cuando termine la emergencia sanitaria. Cuánta gente tendrá empleo. Cuántos negocios chicos, medianos y grandes habrán cerrado o quebrado. Ay, nanita…
ESCENARIO CATASTRÓFICO
El Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República advirtió que el crecimiento económico de México enfrentará efectos adversos en el corto y largo plazos, a causa del Covid-19.
El investigador Mario Iván Domínguez Rivas indicó que el Banco de México (Banxico) disminuyó su intervalo de crecimiento a 0.5 por ciento, que significa 1.5 menos; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), bajó a 0.7 por ciento; la encuesta Banxico previó un crecimiento de 0.9 por ciento; y BBVA-Bancomer y Citibanamex estimaron decrecimientos para la economía en 4.5 y 2.6 por ciento, respectivamente.
Según datos macroeconómicos, la actividad económica nacional continuó desacelerándose en diciembre pasado.
Para el mismo diciembre, la inversión se contrajo 3.5 por ciento, no obstante, el consumo presentó una recuperación anual de 1.2 por ciento. Además, de acuerdo con el INEGI, para enero pasado la actividad industrial disminuyó 1.6 por ciento anual, con lo cual, liga 14 meses de contracción.
Los números parecen muy alejados de nuestra realidad; sinembargo y en resumidas cuentas, vienen tiempos difíciles. Ay, nanita.
MALOS AUGURIOS
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó su proyección de crecimiento para México en 2020 a 0.7 por ciento.
BBVA-Bancomer señaló que debido al Covid-19 revisaron a la baja su previsión de crecimiento a 4.5 por ciento. La institución menciona que la prioridad del Gobierno Federal debe ser apoyar el sistema de salud y en los trabajadores.
Otros problemas que podrían agravar la situación de México en lo que resta del año son la inseguridad que podría despuntar por la falta de empleo, la incertidumbre o el miedo que provoca la enfermedad, la baja producción y precio del petróleo, la falta de consumo interno, pues al no haber empleo no hay compras. Ay, nanita…
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