Ciro Castillo
El día que se cayó Facebook, Instagram y WhatsApp (ahora sí vale la expresión) “todo mundo” hablaba de ello.
En la radio, en la televisión, en los cafés, en las calles, en las oficinas, en el transporte público y hasta en otras redes sociales como Twitter, donde hay una pequeña burbuja de “sabiondos”, el tema era la comidilla.
En las combis, los usuarios andaban como desesperados, pues ahora no tenían mucho qué ver en el celular. Quedaba el Tik Tok y otras tantas redes, pero los de casa son el Face y el What.
Parecían ansiosos, como desesperados, como si no supieran hacia dónde mirar. Algunos echaron mano de sus galerías, de su música, del Youtube y de sus conversaciones pasadas, pero no era lo mismo.
Quienes vivimos en los tiempos del viper o del celular que únicamente servía para hacer llamadas y luego mandar mensajes de texto, estábamos menos desesperados, pero también veíamos con frecuencia ese aparatejo y preguntábamos: ¿ya regresó el WhatsApp?; como cuando se iba la luz por largo rato o se caían las líneas de Telmex.
No había conversaciones, no había noticias, no había cadenas, no había chismes, no había emoticones, no había mensajes de esos que te llaman a reflexionar y no había grupos en los que se comparte de todo.
La red de redes, el Facebook, con miles de millones de usuarios, había fallado otra vez.
Mark Zuckerberg, de nuevo estaba en entredicho. La caída de estas tres redes volvieron a demostrar lo co dependientes que nos hemos vuelto. Nos pareció una eternidad, aunque hayan sido seis horas sin “dopamina”…
Encuerados
Las malditas casualidades. Casi al mismo tiempo que las tres redes sociales propiedad de Mark Zuckerberg sufrían tremenda caída que les provocó pérdidas por casi 6 mil millones de dólares, Frances Haugen, una exempleada de Facebook denunció abusos en la privacidad de una red que, dicen, empezó como un experimento escolar en 2004 en la Universidad de Harvard.
En una audiencia ante la Cámara Alta del Congreso de los Estados Unidos, a la extrabajadora de “Face” se le fue la lengua, pues confirmó lo que ya se ha expuesto antes: las redes sociales tienen efectos nocivos en el ser humano.
“Protegiendo a los niños en línea” se llamó la comparecencia en la que Haugen contó que Facebook ha mandado hacer estudios que demuestran el daño emocional que causan las redes, particularmente Instagram, y principalmente en el sector femenino.
Las niñas, adolescentes y jóvenes, encuentran en esta red social donde la imagen es lo más importante, un mundo perfecto que simplemente no existe.
Cuando se dan cuenta de que esa burbuja de felicidad es una fantasía, entonces caen en frustración, indican los análisis que se han realizado al respecto.
Según Haugen, “la compañía dio prioridad repetidamente a las ganancias frente a la lucha contra la incitación al odio y la desinformación”, lo cual no es ninguna novedad, pero sí una “bomba” porque lo dice alguien que estuvo en las entrañas de la compañía estrella de Zuckerberg, quien ha librado una serie de batallas legales en los Estados Unidos.
De nuevo se han prendido las alarmas y ha comenzado el debate en la Unión Americana, pero también en países como México, donde las redes sociales son una herramienta de denostación y difusión de violencia: ¿se debe regular a las redes sociales…?
Grupos armados
El Machete, Gente de la Selva, Fuerzas Armadas de Simojovel y los “sin nombre” de Altamirano, han aparecido en la escena pública como “grupos de autodefensas”.
Puede, como ya hemos expresado en este espacio, que tengan razón en las banderas que enarbolan; sin embargo, surgen dudas respecto a sí el camino de las armas es la mejor opción.
Ahora bien, tal y como el EZLN lo hizo en su momento, seduciendo a los medios nacionales e internacionales, estos grupos no serían los mismos si no estuviéramos en la era de las redes sociales, un arma de doble filo, para bien o para mal.
Las imágenes, que bien pueden ser grabadas en cualquier lugar el mundo y presentadas como si fuesen en alguna región de Chiapas, vuelan por el morbo que generan; la realidad, podría ser completamente distinta.
La presencia de grupos de “autodefensas” en Guerrero o Michoacán, por citar algunos otros ejemplos, no siempre indican que hay una “revolución” en puerta. Son más bien una medida que tiene un trasfondo distinto…
Aderezos
-Mudos estaban los diputados de la nueva legislatura ante los asuntos que se han registrado en varios municipios; al fin la Presidenta de la Mesa Directiva afirmó que la conformación de los concejos municipales fue legítima…
-Circuló una imagen de Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y Ricardo Monreal Ávila juntos; ¿dos históricos de la izquierda mexicana destapando su corcholata…?
-Gran ruido en redes sociales porque “cacharon” a Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, cenando cómodamente en un restaurante de lujo de la CDMX. ¿Pues no que está en arraigo domiciliario? La justicia es pareja, dicen, pero hay niveles…
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