CIRO CASTILLO
Uno de los temas que le ha salido “de rechupete” al gobierno mexicano es el giro en materia de política migratoria.
Siempre hemos criticado que en este asunto somos “candil de la calle, oscuridad de su casa”; sin embargo, la nueva administración está haciendo lo opuesto.
Pese a la mirada “penetrante” del vecino incómodo del Norte, Donald J. Trump, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió “abrir los brazos” a los cientos de migrantes centroamericanos que han encontrado en las caravanas una forma de intentar cruzar el país rumbo a la Unión Americana.
Apenas hace unos meses, en las últimas semanas de gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque fuera “de a mentis”, los policías federales intentaban cerrar el paso a los migrantes, quienes mostraron su cara fea.
Ahora, el gobierno morenista decidió intentar una atención humanitaria, a la buena.
Ha comenzado a registrar a los migrantes que llegan a la frontera para entregarles posteriormente una “tarjeta de visitante” o “tarjeta de trabajo”.
Estos papeles, argumenta la administración lopezobradorista, permitirán una migración más controlada.
Además de que se tiene certeza y un listado de quiénes ingresan al país, éstos lo hacen de forma ordenada.
Hasta ahora, casi 9 mil migrantes, entre ellos casi 2 mil menores de edad, han solicitado este documento migratorio.
Las “tarjetas” que recibirán los migrantes permitirán que circulen en el territorio mexicano, sin ser molestados, pero además podrían encontrar un empleo.
Hasta ahora, Mr. Trump no ha pegado el grito en el cielo respecto a la nueva política migratoria que aplica el gobierno mexicano, pues anda entretenido en una batalla legislativa para obtener recursos para su muro; sin embargo, cualquier día de estos se levanta enojado y nos tunde a “twitazos”.
En fin, que no ha sido fácil el arranque del nuevo gobierno mexicano; sin embargo, en el giro para manejar la política migratoria con los centroamericanos, ha salido airoso. ¿Aplauso de foca?
POR UN TRATO HUMANITARIO: RUTILIO ESCANDÓN
Durante una gira de la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, refrendó que su gobierno se suma a la nueva política migratoria.
Se pronunció por un trato humanitario para los miles de migrantes que se internan cada año a México, para intentar llegar al Norte y encontrar un mejor nivel de vida.
Si algo es cierto, es que los indocumentados no salen de sus pueblos y ciudades “de paseo”. Van, contracorriente, esperando tener mejores ingresos y escapando, muchas veces, de la violencia.
La coordinación del gobierno federal y estatal ha sido evidente en este tema. Ojalá que en otros aspectos también haya ese esfuerzo “codo a codo”.
EL NEGRITO EN EL ARROZ
No falta el que echa a perder la fiesta. De acuerdo con reportes de la Fiscalía General del Estado, al menos tres migrantes que tenían cuentas pendientes con la justicia han sido detectados en la caravana.
Dos hombres y una mujer fueron identificados y detenidos por las autoridades. Qué procede, mandarlos de regreso a su país…
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