Sr. López
El abuelo Armando fue cadete del Colegio Militar allá por 1904 y en 1910 edecán traductor de Porfirio Díaz en las Fiestas del Centenario de la Independencia (del alemán y el inglés). Como capitán de artillería, a las órdenes del general Felipe Ángeles, participó en la Revolución y en 1913, fue escolta del presidente Madero. Asesinado Madero, en 1916 se presentó como voluntario del lado alemán para participar en la Primera Guerra Mundial; regresó en 1919, derrotado, claro. Luego, en 1926 y otra vez como voluntario -esta vez del ejército federal-, participó en la Guerra Cristera. Volvió a las andadas en la Segunda Guerra Mundial, pero por edad no lo aceptaron como voluntario (en el ejército alemán, como siempre). Ya nada más por la prensa se enteró de la guerra de Corea y la de Vietnam. Su hijo mayor, tío Armando, sabedor de que su mamá, la abuela Virgen, como esposa era absolutamente insoportable, una vez dijo a este menda: -Suerte de mi mamá en haberse casado con un especialista en derrotas -sí, nada espantaba al abuelo.
El Servicio Meteoro-Político Nacional y el Centro Nacional de Huracanes-Políticos de los EUA, hicieron seguimiento de rutina a la tormenta tropical Andrés-Manuel.3, desde noviembre de 2017 cuando apareció en los reportes satelitales como repetición del mismo fenómeno observado en 2006 y 2012. Dada la exactitud de sus características no provocó alarma entre los especialistas que decidieron asignarle el mismo nombre seguido del número 3.
Dado el comportamiento en 2006 de Andrés-Manuel.1 y en 2012 de Andrés-Manuel.2, el Servicio Meteoro-Político Nacional, pronosticó que Andrés-Manuel.3, se degradaría de tormenta tropical a depresión tropical con escasas precipitaciones y leves vientos sostenidos, en su recorrido desde Macuspana, Tabasco, a la capital nacional, a pesar de haber mostrado fuerza suficiente para recorrer todos los municipios del país con lluvias aisladas.
El Centro Nacional de Huracanes-Políticos de los EUA, coincidió en ese pronóstico anticipando que por edad y mal estado físico de Andrés-Manuel.3, se trataría de la última repetición del extraño fenómeno y anticipó que había la posibilidad de que antes de su total degradación, podría evolucionar brevemente a categoría 1 en la escala Chancla-Tropical, especialmente diseñada en los EUA para los países de América Latina.
A pesar de los pronósticos, a principios del año 2018 se observó con sorpresa que el fenómeno meteoro-político Andrés-Manuel.3 se fortalecía, evolucionando a un huracán-político categoría 3. Ya para el mes de mayo de ese año, los expertos se mostraron asombrados de su rápido cambio a categoría 5. Así, para principios el mes de junio de ese año 2018, Andrés-Manuel.3 pasó a ser considerado una amenaza con efectos potencialmente devastadores para el país, que pasó de pertinaces chubascos de saliva a intensas tormentas de babas que no pudieron neutralizar los especialistas.
Ya muy fortalecido Andrés-Manuel.3, el Servicio Meteoro-Político Nacional, emitió diversos boletines de alerta, que la opinión pública hoy considera fueron tardíos, en tanto que el Centro Nacional de Huracanes-Políticos de los EUA, que es el Centro Meteorológico Regional de la Agencia Especializada en Política Tropical (oficina cuya existencia insiste en negar la Casa Blanca), afirmó que se trataba de ‘un escenario de pesadilla para México’, pues Andrés-Manuel.3 se intensificó explosivamente en cuestión de semanas acumulando en meses, marcas superadas en tiempos modernos, solo por el huracán Lázaro Cárdenas (con duración de 1936 a 1940), y el Luis Echeverría, de efectos devastadores para la economía de México, de 1970 a 1976.
Andrés-Manuel.3, después de tocar la tierra firme de la realidad mexicana en junio de 2018, convertido en un poderoso huracán categoría 5 en la escala Chancla-Tropical, con vientos que nadie esperaba, arrasó primero con el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, ubicado en Texcoco, dejando a la población muy alarmada ante los estragos que podría causar a partir del mes de diciembre, cuando según los expertos entraría en fase plena de daños; los temores se confirmaron cuando la construcción privada de una empresa cervecera estadounidense, ubicada en Mexicali, Baja California, que supuestamente tenía todas las protecciones de ley, quedó devastada por la fuerza de intensas tormentas de saliva espesa y abundante, emitidas por Andrés-Manuel.3, que la arrojaron hasta el lejano estado de Veracruz.
En 2021, trascendió que durante la celebración de la Semana de Análisis del Clima Político de América Latina y el Caribe, del Centro Nacional de Huracanes-Políticos de los EUA, su Secretario General declaró que bajo los efectos de Andrés-Manuel.3, México era “uno de los puntos calientes” y agregó: “Somos conscientes de los retos a los que se enfrenta México debido a las recurrentes perturbaciones que provoca este fenómeno y los cambios observados en los patrones de las precipitaciones de saliva”.
Sin embargo, cuando Andrés-Manuel.3 tenía más fuerza destructiva, al enfrentar las elecciones intermedia en ese 2021, inició una sorprendente degradación, perdiendo la mitad de la potencia de sus vientos, quedando solo en pertinaz llovizna de saliva, sin poder derruir estructuras ni organismos, debilitamiento al que contribuyó el sólido obstáculo construido por los mexicanos contra huracanes que en el peor caso duran un sexenio, lo llaman Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y funciona.
Así las cosas y sin fondo contra desastres naturales, los organismos internacionales y los gobiernos asociados a México en el T-MEC, confían en que igual que ante otras calamidades, el país sabrá reparar los daños y reconstruir lo que haga falta, usando lo que para ellos ya no es novedoso: votar, sin histeria ni crisis de nervios, acostumbrados como están a superar otros percances que han causado verdaderos daños, no como Andrés-Manuel.3 que resultó de poca potencia.
Sorpresa, 4T: Acapulco es Waterloo.