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En una reciente entrevista, el maestro Gonzalo Gurría Pérez, un destacado instructor de danza, bordador y Prioste de “La Misa del Señor” de la Priostería del Señor del Cerrito, dentro de la Mayordomía Zoque de Tuxtla Gutiérrez, compartió su perspectiva sobre la preservación de la cultura zoque a través del bordado y el tejido.
Con más de dos décadas dedicadas a esta práctica cultural, Gurría Pérez subraya que el arte del bordado no se ha perdido, gracias a la transmisión de estas tradiciones entre las familias zoques que aún subsisten en la ciudad.
A pesar de la influencia de la conquista española y la diferenciación social, que han hecho que el traje tradicional zoque se utilice menos, la creación de estas vestimentas y sus bordados característicos, sigue siendo una práctica valiosa, aunque ejecutada por pocos, pese a que son prendas, únicas y hechas a mano, con un alto valor monetario y sobre todo cultural.
Gurría Pérez aprendió la técnica de punto de lomillo, diferente al punto de cruz, del maestro Leopoldo Gallegos Vázquez en 2003. Cada prenda elaborada y vendida por Gurría Pérez, lleva consigo una explicación de su uso y significado, buscando difundir y preservar aún más la cultura zoque.
El maestro señaló, que el abuso de la cultura zoque para fines ajenos a los festivos, ha mantenido ocultas muchas actividades culturales y artesanales de las familias que practican sus tradiciones, convirtiendo estas prácticas en un núcleo íntimo y singular. Sin embargo, la equidad e inclusión han permitido que tanto hombres como mujeres participen en actividades tradicionalmente asignadas a un género, como la elaboración de Joyonaqué (ramilletes de flores).
DE HERENCIA
Gurría Pérez, recordó con nostalgia las conversaciones con personas mayores como sus abuelos, sobre el antiguo Tuxtla, un asentamiento rodeado de ríos y arroyos, con espacios dedicados a la agricultura y pocas viviendas. Estas pláticas, también abordaban la preservación cultural de las familias zoque, sus danzas, recetas, festividades y actividades religiosas post-conquista.
A pesar de la diferenciación entre familias de origen mestizo y criollo, y la explosión demográfica que ha llevado a la pérdida de muchas tradiciones, Gurría Pérez sigue comprometido con la conservación y difusión de la cultura zoque, a través de su legado dancístico pero sobre todo, en el arte del bordado.
(Con información de Noé Farrera)