CIRO CASTILLO
Con números de 97 votos a favor, 20 en contra y 3 abstenciones, el Senado de la República avaló en lo general, la Reforma Educativa de Andrés Manuel López Obrador. La Cámara de Diputados ya había hecho lo propio, y ahora se enviará a los congresos estatales.
Uno de los personajes que fue pieza clave, en el trabajo legislativo de este jueves y seguramente en el cabildeo, fue el senador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, muy cercano a Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada de Morena, quien ya no quería que le “saltara la liebre”.
Al político comiteco, quien sigue como pez en pecera nueva, le tocó encabezar las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, Educación y Estudios Legislativos Segunda, en la Cámara Alta, donde hubo un buen agarrón entre legisladores de varios colores partidistas.
Fueron los panistas, quienes “a piedra y lodo”, se opusieron a esta reforma que entierra la “Reforma Educativa” de Enrique Peña Nieto, calificada por muchos como una legislación que se enfocó en castigar y denostar al magisterio.
Los morenistas, muchos de ellos, con vínculos magisteriales, consideraron que, si bien la nueva Reforma Educativa, la cual volvió por segunda ocasión al Senado en menos de 15 días, no es perfecta, sí sienta las bases para avanzar en materia educativa.
Ustedes tuvieron su oportunidad, reprocharon los defensores de la legislación al PAN.
Nancy de la Sierra, del PT, dijo a los “blanquiazules”: “Ustedes ya tuvieron la oportunidad de hacer una reforma educativa, ya tuvieron la oportunidad de gobernar durante 12 años, y hoy es otra la visión de hacer gobierno y otra la visión de educar; dennos la oportunidad de hacerlo diferente, la historia nos va calificar en algunos años”.
Hasta el senador Salomón Jara, quien el pasado 30 de abril, abandonó la sesión y sin su voto, evitó que se consumara la nueva Reforma Educativa en su primera visita al Senado, en esta ocasión se portó bien. Quizá le jalaron las orejas.
El morenista de Oaxaca, vinculado a la CNTE, afirmó frente a los panistas: “Voy a votar a favor” porque la anterior fue una “mal llamada Reforma Educativa” que persiguió a los maestros y se impuso desde el extranjero.
La que no aflojó el paso, ni en comisiones, ni en lo general, fue la legisladora panista, María Guadalupe Murguía, quien reclamó que la reforma no va acompañada de un impacto presupuestal.
Eduardo Ramírez, por su parte, defendió la nueva legislación –no es la primera vez que lo hace-, puso orden en los trabajos y apresuró el paso de sus compañeros. ¡A lo que sigue!
UN DÍA HISTÓRICO: MONREAL
Mientras el chiapaneco, Eduardo Ramírez, tenía una sonrisa de oreja a oreja, Ricardo Monreal Ávila, presumía al final de la sesión la aprobación de la Reforma Educativa, la nueva, la de AMLO.
“Es un día histórico”, expresó, mientras señalaba el tablero legislativo, donde todos los partidos votaron a favor, excepto por los legisladores de Acción Nacional, quienes podrían encontrar en esta legislación una bandera para ser oposición.
DEMOCRATIZACIÓN SINDICAL
Lo que ya se ve venir es la sucesión en la dirigencia sindical del SNTE, sobre todo una vez que el tema de la Reforma Educativa dejará de ser tema. Ricardo Aguilar, coordinador de Maestros por México en el Sur Sureste, afirmó que es tiempo de la democratización sindical. Para lograrlo habrá que dar paso al “voto libre y secreto”. ¡A lo que sigue!
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