LA FERIA/ Sr. López
Tía Rita, de las de Autlán, no se andaba con chiquitas. Una vez su marido protestó porque a la hora de comer le sirvió caldillo de frijoles de sopa y frijoles fritos de guisado, sin postre. Y la tía reviró: -Te pedí para calzones y no me diste… ahora tú comes frijoles pero yo traigo calzones -santo remedio.
El viernes pasado reventó en los portales de los medios de información nacionales, que en el Estado de México se realizó lo que denominaron Operación Enjambre para detener a 14 funcionarios públicos, que “facilitaban las actividades de diversos grupos delictivos” (extraoficialmente, La Unión Tepito, La Familia Michoacana, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel Nuevo Imperio y la Anti Unión). ¡Vaya!
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch -el Batman García-, informó en su cuenta de X (tuiter, pues), que se trataba de una acción coordinada y simultánea, encabezada por la Fiscalía del Edomex, el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México (Defensa, Marina, FGR y la SSPC), y el Centro Nacional de Inteligencia, con 1,500 elementos desplegados.
Al filo de las seis de la tarde, el Operativo Enjambre que se inició a las ocho de la mañana, había conseguido detener a 10 funcionarios, entre ellos algunos jefes policiacos y una alcaldesa; aparte, se reportó que un Secretario de Seguridad Pública municipal, antes de ser detenido se suicidó.
La primera impresión que esto provoca es que ¡por fin! ya se abandonó del todo lo de los “abrazos, no balazos”. ¡Bendito sea el Dios en que cada uno crea! (que es el mismo para todos).
Pero luego, la mente traidora recuerda aquél fallido “michoacanazo” que realizó el gobierno federal (Calderón era el presidente), el 26 de mayo de 2009, que arrojó la detención en Michoacán, de 35 personas entre presidentes municipales, altos funcionarios y un juez de ese estado.
Fallido el “michoacanazo” porque al año siguiente, doce fueron liberados por falta de pruebas y en 2011, otro más. El Juez que los liberó fue cesado. Haya sido lo que haya sido, para el 22 septiembre 2015, solo quedaba un detenido. Por cierto, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, en su momento dijo que exigía una “disculpa pública del gobierno de Calderón”. De ribete.
Alguien de pluma filosa cuyo nombre no recuerda este menda, en esos ayeres escribió que esa lucha contra el crimen organizado desde su inicio fue un acto de “emergencia política”. De lo que se viene uno a enterar.
Ojalá no sea el caso, aunque a este gobierno federal le anda urgiendo presentar algún resultado en algo, en lo que sea, porque sus autoimpuestos cien días de luna de miel, se le están yendo como agua y no parece que vaya a conseguir nada, aparte de galanas declaraciones diarias y giras que no sirven para nada. Que alguien le explique a quienes llegan a tan importantes cargos, que hacer giras no resuelve nada, que sí se deben hacer, claro, para mostrar apoyo en las desgracias, inaugurar alguna obra importante. Y punto. A los presidentes del país no se les paga para que sean populares, sino para que trabajen. En fin, es otro tema.
Por cierto, lo de la ‘operación enjambre’, es una estrategia nada nueva. La idea original la desarrolló en los EEUU, la División de Investigación de Seguridad Nacional (NSRD) de RAND Corporation, a resultas de estudios sobre las estrategias militares desde Gengis Khan hasta Napoleón y las guerras de Kosovo, Chechenia y Siria. En cuestiones de seguridad pública la han aplicado antes en Chile y Colombia. ¿Funciona?… bueno, sí, pero la premisa es que los participantes estén todos del mismo lado… ¡uy!
Sea lo que sea, muy lejos de este junta palabras atreverse a opinar sobre la correcta estrategia para recuperar la seguridad pública en el país. Es, en serio, un tema muy difícil del que poca gente sabe y menos tiene el valor de poner manos a la obra, es asunto de vida o muerte y francamente…
Pero lo que sí sabe cualquiera es que se necesita antes que nada, purgar de corrupción a cuerpos policíacos y fuerzas militares, junto con estructuras burocráticas; nada fácil. Además de eso se requiere de mucho dinero para mantener la seguridad y mucho más, para recuperarla. Es nuestro caso.
Como no sabe uno nada de estas cosas, para tener la menor idea (y solo la menor), de cómo andamos en eso, este junta palabras buscó la evaluación que desde el extranjero se hace sobre el presupuesto del gobierno de México en seguridad pública. Resulta que sin contar el gasto militar, somos el último lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con el 0.63% del PIB, debajo de todos los países de Latinoamérica y el Caribe (sin contar Haití, nomás faltaba). Y abróchese el cinturón: se estima que el impacto económico del crimen en México, equivale a cerca del 21% del PIB. Haga sus cuentas… mal negocio es no combatir en serio, el crimen organizado: nos está desfondando.
Así, con cero resultados, el gobierno federal anterior gastó en seguridad pública, poquito más de 329 mil millones de pesos, sin contar las fuerzas armadas (que entre otras cosas raras, hicieron las obras de los caprichos tropicales).
Ahora bien, en seguridad pública, el presupuesto que doña Sheinbaum pidió para su primer año de gobierno, es 36% menor al del último año del señor de los abrazos (baja de 110,339 a 70,422 millones de pesos; sin saber si la nueva instancia de inteligencia, recibirá presupuesto aparte).
Sin ser especialista en nada, se entiende que sin dinero, con menos dinero, no se puede esperar más. El gobierno federal para 2025, bajó el presupuesto de Salud un 34%; el de Medio Ambiente, el 34.9%; Cultura, el 30%… y Seguridad, ese terrorífico 36% que anticipa, “michoacanazos” aparte, que no se pueden esperar grandes resultados o tal vez, ningún resultado. Pobre señora Sheinbaum, le toca pagar los platos que no rompió.
Ojalá con la claridad de los números, la Presidenta vea con claridad que su lealtad y fidelidad, al país no sirven para nada.