Contra toda esperanza: La Feria

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Sr. López

Ya le conté el caso de la prima Silvia. Sus papás se cansaron de decirle que casarse con Tomás, era un pasaporte a la infelicidad, era un Juan Charrasqueado; sus amigas le decían lo mismo: -Con Tomás, no, de veras, no –y con él se casó, convencida de que iba a cambiar. No cambió. Luego Silvia decía que resultó muy buen exmarido. ¡Vaya consuelo!
México está en la incertidumbre, no sobre todo, que estamos seguros de lo fregados que estamos en seguridad, salud o desarrollo; pero al mismo tiempo, estamos seguros de que hoy las posibilidades reales del país, sin fantasear, son fantásticas.
Si México esta vez no mete la pata, daremos el salto adelante; eso del “nearshoring”, la relocalización de empresas de China hacia nuestro continente, hacia México, no se va a repetir. El tiempo corre, nadie nos va a esperar.
La incertidumbre es el curso del siguiente gobierno federal. Si se va a conducir con la dogmática rascuache de esa izquierda populista de hamaca, viendo a Macuspana de espaldas al mundo, no hay lugar para el optimismo, no entraremos al club de los países más desarrollados del mundo y en los libros de historia, el capítulo México, redirigirá a los libros de psiquiatría, al apartado “Síndrome del flautista de Hamelin; sociedades suicidas’.
La próxima presidenta, doña Sheinbaum tiene que decidir qué camino sigue sin olvidar que este Presidente ha dado muestra de su grave irresponsabilidad. Que no se le olvide: el 28 de julio de 2022, en la mañanera dijo que estaba dispuesto a sacar a México del T-MEC, cuando andaba con sus reformas al sector energético, contra los términos del Tratado: “Aun tratándose del mercado más importante del mundo… si tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, no lo aceptamos”; aunque luego matizó: “no habrá ruptura”… pero la sola mención, alarma al más bragado: ¿no tiene límites este señor?… de veras: urge su ausencia (ya faltan solo 102 días, sin contar este… se nos van a hacer eternos).
Entendemos que doña Sheinbaum se tenga que ir con cuidado, este señor es capaz de todo. Pero esperamos que doña Sheinbaum, una vez en el cargo, banda al pecho, silla en donde va, asuma su responsabilidad y use esa inteligencia que sí tiene. Eso o dinamitará su gobierno. Basta con que en septiembre se reforme el Poder Judicial como dicta la iniciativa presentada, para que el tema musical de su sexenio sea ‘Todo se derrumbó’ (por Emmanuel, claro).
Y si le sigue y se mete con los órganos constitucionales autónomos, usando en lugar de la razón su mayoría legislativa, conseguirá incrementar su poder como Presidenta y sin duda sus simpatizantes la van a vitorear cuantas veces los convoque a retacar el Zócalo, pero la realidad, que no sabe de ideologías ni credos políticos, se le va a echar encima. Podrá modificar cómo quiera y cuanto quiera la Constitución pero no podrá evitar la vorágine de controversias internacionales ni la respuesta que le darán los EUA, país siempre presto a defender sus intereses. ¿De veras doña Sheinbaum en nombre de sus convicciones de aquellos sus ya lejanos tiempos de lideresa estudiantil, estará dispuesta a subirse al ring contra el tío Sam?
Si doña Sheinbaum hace eso de su sexenio y del país, en 2030 entregará los despojos de México a su sucesor. Su inteligencia da de sobra para suponer que distingue la realidad de la ucronía, ese incurrir en realidades ficticias. No se gobierna con hipótesis sino con los hechos duros, mondos y lirondos, sin moños ni adornitos: México depende de los EUA. ¿No le gusta?, al del teclado tampoco, pero es la realidad y no va a cambiar, a menos que pudiéramos mudar el país a otra latitud sin tres mil kilómetros de frontera con el país más poderoso del mundo.
Que no se equivoque doña Sheinbaum, el gran capital, el inmenso capital de los EUA, la Casa Blanca y el Congreso de allá, están hasta el copete del señor de Palacio. Lo aguantaron porque obtuvieron de él el control migratorio y lo neutralizaron (“Nunca he visto a nadie doblarse así”, declaró el Donald Trump el 22 de abril de 2022, refiriéndose al gobierno de la 4T, T de turbio, T de tormenta). Pero eso no significa que estén dispuestos a seguir otros seis años, tolerando arranques de populismo tropical, de ninguna manera.
México por encima de China, es el principal socio comercial de los EUA. Cerca del 80% de nuestras exportaciones son hacia ese país, más o menos 475 mil millones de dólares (mdd), ¿aguantaríamos que nuestros productores tuvieran que pagar aranceles?… ¿de veras? Los EUA, nos acomode o no, son la principal fuente de inversión extranjera directa de México, para que tenga una idea, en 2023, eso fueron 36 mil mdd y la reinversión de utilidades alcanzó los 26,700 mdd ¿de veras nos queremos pelear con ellos? O por otro lado, ¿y si le ponen impuesto a las remesas?, en 2023 fueron 63,700 mdd lo que mandaron a México los mexicanos que huyeron a los EUA (porque huyeron de la miseria, de la inseguridad, de las mieles de la 4T), según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, reciben remesas más del 12% de los adultos del país y más del 13% de los hogares, ¿qué les diría doña Sheinbaum si les llega menos dinero por sus gracias?… ¿Qué es un honor seguir a Obrador?… no, no es creíble… esperemos.
De regreso a lo del Poder Judicial. En Bolivia, único país del mundo en que se eligen jueces por votación popular (solo los 26 principales cargos judiciales), están muy arrepentidos, no hallan como anular eso.
El expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé, que no es un pelagatos, también fue embajador en los Países Bajos, agente en la Corte Internacional de Justicia y presidente de la Corte Suprema de Justicia, en mayo pasado, declaró que es “urgente modificar la Constitución de 2009, impulsada por el exmandatario Evo Morales, para transformar la Justicia del país y cambiar el proceso de las elecciones judiciales”.
Ellos queriendo salir y acá otros neceando en que nos va a salir bien, esperando contra toda esperanza.

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