Ciro Castillo
Aquiles Espinosa García, quien ahora aspira a ser candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez es de la vieja guardia política y lo asume como tal.
Es discreto y es sobrio. A pesar de que le ha entrado a las redes sociales para tener mayor presencia, no utiliza el show para llegarle, en este caso a quienes responderán la encuesta interna de Morena, la cual, dicen, se llevará a cabo en pleno festejo navideño.
El expriista es condescendiente y acepta que la gestión de Carlos Morales Vázquez en la capital chiapaneca ha sido positiva y por tal motivo hay que darle continuidad a lo conseguido. La vara está alta, de hecho.
Hace poco, en una conversación con este reportero, contó de su interés por estudiar medicina, pero las cosas no se dieron y optó por las ciencias políticas.
Fue el papá de Zoé Robledo quien le abrió canchita para su regreso a Chiapas, donde, desde entonces, ha desempeñado varios cargos.
En este sexenio y hay que decirlo con todas sus letras: “le tocó bailar con una fea”. Tomar las riendas de la Secretaría de Movilidad y Transporte no es tarea sencilla.
Es un gremio difícil aceptó en la conversación con este “tecleador”, en la cual dejó patente que confía en su capacidad como servidor público.
Sin falsa modestia, considera que ha dado resultados en el sector, en el cual impulsaron la idea de la movilidad, la cual también incluye a quien viaja a pie.
Una ventaja tiene el nacido en Jiquipilas, pero con toda una vida en Tuxtla Gutiérrez: ha logrado hacer equipo con el gobernador Rutilio Escandón Cadenas y el presidente municipal, Carlos Morales Vázquez. Ambos le reconocen su entrega al trabajo.
En la actual administración estatal, recordemos, Aquiles Espinosa pasó de subsecretario a secretario de Movilidad y Transporte, por designación directa del mandatario chiapaneco, con quien le une una amistad de juventud.
Con Carlos Morales, el afecto es todavía más sólido, pues Aquiles fue parte de la primera administración municipal que encontró a Tuxtla en ruinas. Él ayudó, digamos, a recomponer el desastre.
Por eso el todavía funcionario estatal podría dar la sorpresa en estos días navideños…
Foquitos
Es entendible que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recurra al espíritu navideño para tratar de suavizar lo que está ocurriendo en el puerto de Acapulco, tras el desastre causado por el huracán Otis hace más de un mes.
Dijo, a nuestro parecer erróneamente, que había sobrevolado la famosa bahía y miró que en muchas casas hay foquitos navideños prendidos, lo que la hizo suponer que la situación ha mejorado.
La realidad es que, como sociedad mexicana, pero también de forma individual, siempre tratamos de sobreponernos a las adversidades. Podemos estar pasando por una severa crisis, pero siempre trataremos de poner nuestra mejor cara.
La realidad, que es tan terca y caprichosa, es que para que Acapulco recobre el brillo que tuvo, pasarán años y al mandatario mexicano ya no le tocará verlo.
Por ahora, dicen reportes de las propias autoridades de Guerrero, hay unos cuatro mil cuartos de hotel disponibles para estas fiestas decembrinas, de un total de 20 mil, lo cual nos reitera el daño que provocó el fenómeno que, si bien no se podía predecir y tomó a muchos por sorpresa, sí pudo tener una mejor reacción.
Es comprensible que el presidente mexicano diga que las cosas van bien, cuando no están tan bien. Mal haría en aceptar que hay graves problemas en distintas áreas, pues mandaría una señal equivocada al interior y exterior de la nación; sin embargo, tampoco se trata de echar las campanas al vuelo y decir que unos foquitos navideños pueden hacer la diferencia.
En fin, millones de mexicanos pondremos buena cara durante estas celebraciones que deben caracterizarse por la cercanía con las personas que amamos, pero de ahí a que la nación esté feliz, estamos lejos. Hay zonas donde el control de la “vida normal” está en manos de la delincuencia, entonces resulta difícil festejar, aunque estemos navideños…
Aderezos
-Quizá estaba todo fríamente calculado. El titular de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, es ya oficialmente precandidato único de Morena al Senado de la República por Chiapas. Si algo debemos reconocer es que Pepe Cruz echó toda la carne al asador y apuntó hacia la gubernatura, pero quizás en el fondo él sabía que su objetivo central era convertirse en Senador de la República. Desde ahí la perspectiva será otra y los tiempos cambian, además de que se van volando…
-Tuve en estos días la oportunidad de conversar con la directora del DIF, Deliamaría González Flandes, y he de reconocer que la joven funcionaria tiene un gran manejo del lenguaje y domina perfectamente los temas del encargo que ahora desempeña.
Quizá por ello suena para ser la precandidata de Morena a la diputación federal, por el Distrito VI que abarca municipios como Suchiapa y Venustiano Carranza, además de un sector de Tuxtla Gutiérrez…
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