Sr. López
Tía Tacha (Anastasia), hacía milagros para alimentar, allá por los años 40 del siglo pasado, a sus cinco hijos con los dos pesos diarios de gasto que le daba su marido, tío Alfredo, joyero de oficio y pobretón profesional. Pero una vez cayó enfermo, estuvo en cama varias semanas y la tía tuvo que ir a la joyería, para devolver unas piezas a un cliente que estaban en la caja fuerte y al buscarlas, la tía soltó una mentada de madre que cimbró los portales del Centro de Toluca: encontró escrituras de propiedades, estados de cuenta de inversiones y fajos de dinero; el tío era rico, muy rico… y usurero. Fue un divorcio de ¡y-retiemble-en-sus-centros!, con el apoyo de toda la muy católica familia materna. Muy bien.
Ayer este menda escribió que “los EUA se abanican con las 31 resoluciones de la ONU contra el bloqueo a Cuba”, y una lectora -con acierto-, corrigió tal afirmación, porque efectivamente la ONU jamás ha condenado el bloqueo porque no hay bloqueo sino embargo y eso es lo que ha urgido que suspenda el tío Sam.
Son las autoridades de Cuba las que hablan de bloqueo, les conviene para victimizarse pero no hay tal: bloqueo es un cerco que aísla a un país y rompe sus relaciones con el exterior. Lo que hay es un embargo comercial y de inversiones oficialmente justificado por las expropiaciones sin indemnización de Fidel Castro, Gandalla Summa Cum Laude, aunque la verdad sea dicha, los EUA impusieron el embargo pensando que debilitarían el régimen castrista (que no comunista, no es comunismo ese cínico régimen autocrático… de hecho es la hora que no ha habido en este planeta ni un solo país comunista, ni uno).
Por si las dudas, verifique usted lo del embargo en el sitio del Departamento de Estado del gobierno de los EUA: https://www.state.gov/cuba-sanctions/, cuyo primer párrafo señala:
“Estados Unidos mantiene un embargo económico integral contra la República de Cuba. En febrero de 1962, el presidente John F. Kennedy proclamó un embargo comercial entre Estados Unidos y Cuba, en respuesta a ciertas acciones tomadas por el gobierno cubano, y ordenó a los Departamentos de Comercio y del Tesoro que implementaran el embargo, que sigue vigente hoy”.
Se debe señalar que el gobierno de los EUA pretende imponer sanciones a los países que comercien con Cuba, aunque unos cien lo hacen y no pasa gran cosa. El problema de Cuba no es tanto el embargo como su régimen, quintaesencia del fracaso de la economía planificada: durante 30 años tuvieron el apoyo de la entonces URSS que le otorgaba 53 millones de dólares anuales en créditos blandos; más un promedio de 83 millones de barriles de petróleo, regalados cada año; más subsidios en alimentos y medicinas.
Y mientras eso, el locuaz Fidel Castro, campeonísimo mundial en violaciones a los derechos humanos, se echó en la hamaca encantado de la vida de poder dar rienda suelta a su verborrea inagotable, sin mover un dedo para aprovechar semejante apoyo para desarrollar su país. Su único interés era mantenerse en el poder.
Ya en estas no sobra recordar que Fidel alardeaba que solo tenía sus novecientos pesos de salario mensual, unos 30 dólares (sin tomar en cuenta sus 20 casas y una isla), pero como era muy taimado, no ocultaba la existencia de la “reserva del Comandante”, cuenta particular a su nombre en la que se depositaban recursos del erario cubano, para uso exclusivo de él, el Comandante, que lo justificaba diciendo que para las necesidades de la Revolución y por la amenaza de una agresión imperialista, se imponía ese tipo de “gestión poco ortodoxa”. Jamás rindió cuentas y no se sabe qué fue de esa “reserva” a su muerte.
Se han hecho cálculos sobre la fortuna acumulada por Fidel, que rondan los 900 millones de dólares porque como buen dictador tomó sus precauciones para el caso de tener que emprender la graciosa huida, cosa que Dalia Soto del Valle, segunda esposa y viuda del Castro, le hizo saber a Juan Reinaldo Sánchez, guardaespaldas del Comandante casi 20 años, al que dijo una vez: “No te preocupes, Sánchez, el futuro de la familia está asegurado”. Si le interesa busque “La vida oculta de Fidel Castro”, Juan Reinaldo Sánchez y Axel Gyldén (Ariel, 2014).
Aparte de chismes, lo importante es destacar que tan prolongado embargo, es usado por la dictadura de la isla como coartada para encubrir su inmenso fracaso en todos los órdenes que por algo los cubanos huyen de Cuba rumbo a los EUA, sin que a la fecha se sepa de flujo migratorio de los EUA rumbo al paraíso castrista, ni de venezolanos, nicaragüenses ni cuatrotetístas, que a la hora de salir de paseo van a los EUA o la Gran Bretaña, tontos no son.
Pero vale también volver a insistir en que los EUA ha sido inmensamente torpe en este asunto: le regalan un discurso justificante a la satrapía castrista, discurso que a algunos convence, sin mencionar la muy dudosa legalidad de esa medida. La URSS, el bloque soviético entero, cayó solito, sin embargos ni vaciladas. El libre flujo comercial a Cuba y desde Cuba no daña a los EUA y facilitaría la deriva hacia una economía de libre mercado por la inercia que la realidad impone (al que dude que vea a China).
Ahora que cuando los políticos de los EUA se justifican diciendo que desean la democracia para Cuba y eliminar su régimen ‘socialista’, muestran que de veras no se les da eso de intentar disimular que la Doctrina Monroe sigue siendo válida para sus intereses no tan pulcros. Si fueran así las cosas y no hubiera influencia de su propia política interior en esto (como el lobby cubano-americano), entonces no tendrían relaciones comerciales amplias y francas con China, que sigue siendo oficialmente comunista.
Como sea, México ha jugado en esto con dos barajas y el mundo lo sabe: hermanos de Cuba pero socios de los EUA, chulada. Y ahora con el patinazo presidencial sobre el asunto de Israel contra los terroristas de Hamás, el tío Sam desconfía y no sería imposible que de repente el Presidente y su partido recibieran un apretón de tuercas.