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El presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez, realizó una visita de supervisión en las obras de rehabilitación del icónico Parque Jardín de la Marimba.
Acompañado por el titular de la Secretaría de Obras Públicas Municipales, Jorge Gómez Reyes, y el secretario de Economía municipal, David Zamora, así como otras autoridades y comerciantes de la zona, Morales Vázquez pudo constatar el avance de las mejoras implementadas en este espacio turístico y cultural.
El Parque de La Marimba ha sido durante mucho tiempo un lugar emblemático y de gran importancia para el turismo en la ciudad. Con el propósito de mantener y realzar su valor, se están realizando trabajos de mejora en diversos aspectos. Entre las áreas en las que se está interviniendo se encuentran los servicios sanitarios, pisos, iluminación y accesos adaptados para personas con discapacidad.
Además, se están mejorando los jardines todo con el objetivo de que el Parque se encuentre en las mejores condiciones para los miles de visitantes que recibe.
Durante su recorrido, el alcalde demostró su compromiso no solo con la infraestructura de la ciudad, sino también con las voces de los comerciantes y habitantes locales. Escuchando atentamente las peticiones de los locatarios presentes, reiteró su apoyo para promover el consumo de productos y servicios locales durante el proceso de rehabilitación.
En una declaración a la prensa, informó que, una vez concluidos los trabajos de rehabilitación, el Parque Jardín de la Marimba experimentará un incremento en las visitas. Subrayó que esta renovación no solo beneficiará a los comerciantes de la zona, sino que también contribuirá a consolidar el parque como un destino turístico y cultural de primer nivel en la ciudad.
Recalcó que estos trabajos no modificarán el diseño arquitectónico original del parque, haciendo énfasis en que las mejoras únicamente son para reparar las áreas dañadas por el paso de los años y el uso. La comunidad tuxtleca y los turistas pueden esperar disfrutar de un parque renovado y vibrante, manteniendo su lugar como uno de los tesoros turísticos de Tuxtla Gutiérrez.
