Sr. López
André Breton, el fundador del movimiento surrealista, en 1938 pasó una temporadita en México, a donde vino a impartir una conferencia en la UNAM. De la conferencia no hay registro, pero quedó la anécdota de que dijo: “Yo no sé a qué he venido, yo no tengo nada que enseñarles, México es el país más surrealista del mundo”. Hay otra versión de lo que dijo: “No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo”. Y no le tocó el México de la cuarta transformación, se hubiera vuelto loco. Mire si no:
“La Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) permitió al bloque opositor presentarse como “Frente Amplio Va por México”; sólo le pidió conducirse dentro de los límites que imponen la Constitución y las normas electorales, para evitar la violación al principio de equidad” (La Jornada; Fabiola Martínez; 6 de julio de 2023).
Lo anterior a resultas de la denuncia que presentó Morena contra el Frente Amplio por México, integrado por PAN, PRI y PRD, por actos anticipados de precampaña, campaña y vulneración a los principios de imparcialidad y equidad en la contienda, porque se ostentan como coalición, sin reconocimiento legal y están en proceso de elegir a un representante que luego será su candidato presidencial.
Lo surrealista es que Morena y rémoras, hacen exactamente eso que denunciaron y han sido denunciados de cometer las mismas infracciones. O sea, ambos bandos se acusan de lo mismo porque ambos hacen lo mismo. Interesante.
Morena, Verde y PT, están haciendo no-campañas con sus no-precandidatos, colocando no-espectaculares, con bardas no pintadas y realizando no-giras y no-mítines con no-acarreados, regalando no-sartenes y no-camisetas y no-cachuchas y no-despensas, y todos los gallardos integrantes del peladaje nacional, sabemos que están haciendo lo que dicen que no están haciendo, porque por respeto la ley no se puede decir la verdad y entonces, con lógica tenochca, se dice otra cosa que todos entendemos se tiene que decir, en lugar de no hacer lo que la ley no permite, que eso podría desconcertar a la gente y causar vaya usted a saber qué estropicio electoral.
Y lo mismo el bloque opositor, PAN, PRI y PRD, que nada más copiaron la estrategia 4T y no están en proceso de elegir a su candidato a la presidencia sino al representante del bloque, advertidos por el INE de que “se ajusten a los objetivos políticos y sociales estipulados, que de ninguna manera podrán ser de naturaleza electoral”, sabiendo el INE, los partidos y toda la ciudadanía, que esa es exactamente la naturaleza de lo que están haciendo: electoral. Si no, para qué tanto brinco.
Nuestra barroca legislación electoral prohíbe lo que en todo el mundo se permite porque es de risa loca pretender que los políticos se mantengan en estado de hibernación, aletargados, sin hacer política, sin promover sus ideas ni proyectos, y de repente, cuando llegue el día en que ya pueden hacer campaña, despierten fortalecidos y muy presentes en el conocimiento general para realizar precampañas por todo el país en dos meses (del 18 de noviembre del 2023 al 16 de enero de 2024); se registren como candidatos del 15 al 22 de febrero del año que entra y en tres meses (del 1 de marzo al 29 de mayo del 2024), hagan hervir el espíritu cívico nacional con campañas políticas 12 grados Richter, para que el 2 de junio del año que entra, votemos todos muy bien informados y viendo en todo por el bien de la Patria. Sí cómo no.
Y para que confirme usted que don Breton atinó, entérese que ayer se conoció el proyecto de resolución elaborado por la magistrada Janine Otálora, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que invalidaría al Frente Amplio por México, porque algunas de sus actividades pueden ser consideradas como fraude a la ley respecto de las elecciones del año próximo. Dice doña Otálora:
“Es de advertir que la sobreexposición de las y los aspirantes al cargo de responsable de la Construcción del Frente Amplio por México y de la persona que resulte vencedora en el proceso, implicará para el momento de inicio del proceso electoral una vulneración a los principios de certeza, legalidad y equidad en la contienda electoral”. Pues sí, igualito que las corcholatas de Morena… ¿o no se ha dado cuenta la magistrada?
Igual doña Otálora propone la suspensión de los actos, eventos, recorridos, difusión y propaganda de los 12 aspirantes que pasaron a la segunda parte del proceso del Frente, así como los actos que podrían encabezar individualmente los Partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). Xóchitl ríe.
Lo surrealista y más bien absurdo es que el 11 de julio pasado, cuando el TEPJF ratificó la resolución del INE permitiendo que Morena, PT y Partido Verde continúen llevando a cabo eventos y recorridos públicos de cara a las elecciones de 2024, doña Otálora votó en contra y acto seguido planteó confirmar el acuerdo del INE, por el que no se emitieron medidas cautelares contra los no-candidatos de Morena (las corcholatas, pues), con el fin de que sigan sus recorridos. O sea: no estoy de acuerdo pero confirmemos que pueden hacer lo que no deberían hacer… quedando claro que no deben pedir el voto.
Y contra eso último declaró Mario Delgado, el mayordomo de Morena, que la resolución de la autoridad electoral, manda que en los eventos de sus corcholatas no debe haber elementos proselitistas, y aclaró; “No compartimos ese señalamiento, lo cual haremos valer por la vía correspondiente”. Hace bien, nada de andar fingiendo que se respeta la ley.
Así inauguramos en México una nueva estrategia de campañas políticas, en las que se viola la ley electoral diciendo que no se viola pero violándola, claro, ni modo que no. Total, qué tanto es tantito.
Y ni se preocupe usted, el TEPJF no aprobará el proyecto de doña Otálora, y esto va a seguir como está, al grito de ¡sí somos y qué.