Eduardo Grajales
𝑬𝒏 𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒐 𝒅𝒆𝒍 15 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒚𝒐 𝒔𝒆 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐𝒏𝒂 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒂𝒄𝒕𝒖𝒂𝒍 𝒂𝒅𝒎𝒊𝒏𝒊𝒔𝒕𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏.
Está por cumplirse un aniversario más del Día de las y los maestros y es necesario reflexionar sobre cuáles serían las expectativas a cumplirse por parte de la administración actual, desde la lógica de este sector tan importante para el desarrollo nacional.
En principio de cuentas, una mejora salarial digna que contribuya a mejorar su calidad de vida es el anhelo siempre esperado por todos los profes, pues en la actualidad se ven inmersos en una dinámica económica bastante complicada, en la que muchos se ven obligados a realizar otras tareas fuera de sus horarios laborales, inclusive en el marco de las mismas, para poder obtener un ingreso que les permita atender sus necesidades.
Hay una alta expectativa también porque se les garantice mejores condiciones laborales, como servicios de salud digna que les ayuden hacer frente al embate de las enfermedades, a las que se exponen recurrentemente al estar en contacto con una gran cantidad de población, de la misma manera que programas de financiamiento de viviendas viables para sus condiciones, ya que hoy día, y como ellos dicen, “los créditos de FOVISSSTE son impagables”.
Existe también la expectativa de que se dé una modificación a la Ley del Sistema para la Carrera de las y los Maestros, que les permita participar en procesos justos, equitativos, transparentes, desde la admisión de plazas hasta los de la Promoción Horizontal y Vertical; toda vez que hoy en día los trámites para ello representan su principal dolor de cabeza, impidiendo que se logre su propósito principal, el reconocimiento a su trayectoria.
Otro aspecto por demás relevante es que, el gobierno debería contribuir a que se dé una verdadera democracia sindical en su sindicato, el SNTE, pues este gremio representa un bastión importante en la defensa de sus derechos y conquistas laborales y, al día de hoy, se encuentra secuestrado por un grupúsculo de personas otrora antagónicos al gobierno actual impidiendo la oxigenación del gremio y la defensa real de sus demandas.
Como puede observarse, son muchas y muy variadas las necesidades que tienen las y los maestros, pero entorno a estas tres ideas, giran las principales posibilidades de mejorar sus condiciones, situación que de intentarse le devolvería al gobierno la confianza que el magisterio le depositó en un inició y que ha ido menguando paulatinamente.
Sería importante que el Presidente a poco menos de año y medio de concluir su mandato reflexionara su postura frente al verdadero magisterio, ese que está en las aulas debatiéndose por educar a millones de niños y niñas, y buscara congraciarse con ese sector tan importante, sobre todo si está buscando la continuidad de su Cuarta Transformación, pues hay que recordar que fue una gran cantidad de ellos quien le dio el voto de confianza, contribuyendo en gran medida a lograr el triunfo que lo llevó a la presidencia.
Es por ello que este próximo 15 de mayo, el penúltimo de la actual administración, las expectativas son altas; veremos si la realidad estará a la altura de sus necesidades o si los resultados serán los mismos de siempre.
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(Foto: Data México)