EDG INFO
Desde hace 47 años doña Rebeca Grajales Balbuena se dedica a la partería en la localidad Nicolás Bravo, municipio de Chiapa de Corzo.
Ha ayudado a más de 350 mujeres a dar a luz; muchos de los hijos de esas mujeres ahora son padres, madres y hasta abuelos. Doña Rebeca es testigo del tiempo y el amor, es guardiana de la herencia de su comunidad.
Doña Rebeca, de 63 años de edad, hizo de la partería su oficio y pasión, y encontró en ella una forma de sacar adelante a su familia y de realizarse en el ámbito laboral.
Pero, sobre todo, ser partera tradicional le ha dado a Rebeca la oportunidad de dar amor y de ser feliz, pues asegura que nada se compara con el momento de ver el rostro de cada madre al conocer a sus hijos y de ver que cada uno de ellos nació con bien.
APRENDIÓ DE UN MÉDICO TRADICIONAL
A diferencia de otras mujeres que se dedican a la partería, Doña Rebeca aprendió el oficio de un médico tradicional, quien le pidió lo asistiera en un parto; posteriormente, ella le enseñó a su madre, quien también se dedicó al oficio por más de 35 años. Ambas son reconocidas en su comunidad por sus conocimientos, habilidades, destrezas y calidez en la atención del embarazo y partos.
A lo largo de su carrera como partera tradicional, doña Rebeca se integró al Programa IMSS Bienestar en donde ha podido capacitarse para no solo acompañar a las mujeres embarazadas y apoyar en los cuidados del recién nacido, sino también para coadyuvar en acciones de prevención a la salud brindando orientación nutricional, la elección de los métodos de planificación familiar y promover la lactancia materna.
Con el IMSS Bienestar, la oriunda de Chiapa de Corzo también ha recibido material de curación y equipo, el cual se esteriliza en las Unidades Médicas Rurales para mantener las medidas de higiene y reforzar el lazo entre la medicina tradicional con la institucional.
MÁS DE SEIS MIL PARTERAS
Doña Rebeca forma parte de las más de 6 mil parteras tradicionales que trabajan en interrelación con el IMSS Bienestar en 18 estados de la República. Ella es muestra del gran potencial de las mujeres, de su fuerza, talento, resiliencia y valentía.
Para doña Rebeca ser mujer es “ser grande y valiente”, por eso recomienda a todas las mujeres del mundo ser personas con valores, trabajadoras, emprendedoras, independientes, y luchar por cumplir todos sus sueños y metas sin miedos.
Y llama a aquellas que deseen dedicarse a velar por la salud de la población, ya sea través la enfermería, la medicina o la partería, a hacerlo con toda la vocación de servir.