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San Cristóbal de Las Casas.- Juan Horacio Pantoja Gómez quien en 1994 era paramédico de la Cruz Roja Mexicana fue víctima de un ataque durante el conflicto armado, justo frente a la 31 Zona Militar, por lo cual se le tuvo que amputar la pierna izquierda y nuca fue indemnizado, únicamente recibió una pequeña compensación al otorgarle trabajo, pero en la actualidad se encuentra desempleado y con problemas de depresión, a la espera que se le haga justicia.
En entrevista, narró que el 2 de enero de 1994 marcó la vida de muchas personas, ya que él y la mayoría de sus compañeros que iban a bordo de la ambulancia que fue atacada, tenían en promedio 20 años, “acudimos a prestar el auxilio a los lesionados del conflicto al llegar a Rancho Nuevo exactamente frente a la 31 Zona Militar fuimos agredidos con armas de fuego”.
“La ambulancia donde yo iba fue impactada por una granada la cual me provocó heridas graves y me terminaron amputando la pierna derecha arriba de la rodilla y una fractura con pérdida del cuádriceps, un 85 por ciento de la pierna izquierda ,la cual recuperamos a un 50 y la pusimos funcional para poder tener desplazamiento”, detalló.
Aseguró que el ataque vino de la misma Zona Militar, ya que no los dejaron entrar a Rancho Nuevo y los hechos ocurrieron cuando se encontraban de regreso a San Cristóbal. “El impacto fue en la parte derecha de la ambulancia, daba hacia el frente de la Zona Militar, no existió fuego cruzado como en su momento aseguraron, no nos permitieron entrar y regresamos, pero sí fuimos agredidos de forma cobarde, la ambulancia estaba identificada con las insignias internacionales que marcan los convenios internacionales, para que no sean agredidos en situaciones de conflictos”.
“Estuve tres meses hospitalizado con 25 cirugías y el seis de enero se me amputa la pierna, tiene una perforación en una vena que no se atacó de manera inmediata, no me permitieron entrar al Hospital Regional, me recibieron en una clínica particular y me salvan la vida.
Después viene la otra vida, tú tienes un plan de vida a los 20 años quieres estudiar tienes el mundo por delante, eso se trunca y luego te dicen que tú tuviste la culpa porque estabas en un fuego cruzado, el Ejército Mexicano no asumió su culpa, ahí viene el verdadero martirio, gasté mucho dinero, una prótesis te sale alrededor de 100 mil pesos yo llevo cambiando prótesis cuatro veces en 29 años, entonces todo eso yo lo gasté con excepción de los gastos médicos que los pagó Cruz Roja, pero el Gobierno Federal y Estatal hicieron caso omiso a todas mis súplicas de justicia”.
Señaló que comenzó a trabajar en Cruz Roja de manera temporal y en ese lapso tuvo contacto con personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos “que desconocían mi situación increíblemente, entonces platicamos con el coordinador en ese momento, ya no aceptaron la queja y me propusieron trabajaron con ellos entonces de 2001 a 2019 como compensación del asunto, pero seguí insistiendo se reconociera lo sucedido”.
“Desafortunadamente caí en una depresión a raíz de todos los hechos, se acumularon muchos sucesos y me interné, busqué ayuda porque tuve intentos de suicidio, la CNDH jamás aceptó mi depresión y me cesaron al ausentarme del trabajo, de esa fecha para acá he padecido de todo, he sobrevivido con apoyo de amigos, yo quería trabajar, y no lo hicieron, a la fecha estoy desempleado, me topé con Manuel Arellano que es procurador del Trabajo, platiqué con él me contactó con el Tribunal Federal del Trabajo, quienes leyeron mi queja y no dudaron en darle trámite porque encntraron graves faltas a mis derechos laborales y humanos, estamos a la espera de que cumpla la CNDH con ese laudo, que por lo menos se cumplan las disposiciones que la ley marca”, concluyó su relato.
(Con información de Félix Camas)