Ciro Castillo
En un video, de tantos que circularon en redes sociales, con motivo de la marcha en defensa del INE realizada en Ciudad de México, una mujer vestida de blanco lanza insultos al Presidente de México.
La señora (aparentemente de una clase social acomodada) le llama “indio de Macuspana”, en alusión al lugar donde Andrés Manuel López Obrador, nació en Tabasco.
Le acusa de “patarrajada” y el mandatario mexicano (con colmillo largo y retorcido) no tiene empacho en poner el video en su conferencia matutina para exhibir los ataques racistas y clasistas contra su persona.
Agrega que esos mismos que defienden “los privilegios” del INE son eso: racistas, clasistas y creen que no vale lo mismo un voto de un campesino que el de José Woldemberg (orador principal en la manifestación del domingo en la capital del país).
En otro video, una diputada de Morena, representante de la comunidad LGBTT, aparece lanzando insultos contra quienes salieron a marchar porque consideran que el INE debe permanecer como está.
Mientras corre, como quien no tiene un rumbo claro, lanza calificativos como “nacos y muertos de hambre” a los marchistas, quienes tratan de ignorarle.
Se burla de ellos, a quienes los señala de no tener nada mejor que hacer, pues, dice, le pagan su salario.
Ni una ni otra. Si tenemos un poco de madurez y cabeza fría, ninguna de las dos posturas son dignas de ciudadanos que, de uno u otro lado, dicen defender la democracia.
Democracia, creemos, es aceptar que hay quienes piensan diametralmente opuesto a nosotros y dejar que se expresen.
Ya serán las mayorías quienes tomen la “mejor decisión”, aunque esta sea acertada o equivocada. Aunque nos guste o no.
Lanzar insultos contra quienes opinan distinto a nosotros nos exhibe como ciudadanos sin educación, partiendo de que la educación se “mama en casa” y no en las aulas, donde solamente nos instruyen.
Insultar sin argumentos no nos llevará a ninguna parte.
Los extremos, en cualquier sociedad, son repugnantes, pero, sobre todo, peligrosos…
Ni pa’ donde hacerse
Mucho se ha escrito y hablado a favor y en contra de la propuesta de reforma electoral que plantea Andrés Manuel López Obrador.
Nos parece, como muchas otras iniciativas, que puede tener aciertos y hierros. Que seguro es perfectible.
Consideramos que sería un error que “el pueblo” eligiera a los consejeros electorales que serán propuestos por el Presidente, por el Congreso y por el Poder Judicial, donde ahora el control es de Morena.
Consideramos que arrebatarle presupuesto al INE porque “es muy caro” no es un argumento sólido para una reforma constitucional.
Por el otro lado, consideramos que, efectivamente, en organismos como el INE, se ha caído en excesos y es una cúpula la que siempre ha dominado, además de que sí, son demasiados diputados federales y senadores, los que luego no representan realmente a la gente.
También, creemos, es un completo error que personajes que tienen la “cara manchada de lodo” como Roberto Madrazo Pintado, Elba Esther Gordillo o el mismísimo Alejandro Moreno Cárdenas, ahora salgan a asumirse como mártires de la democracia.
Tiene razón Andrés Manuel López Obrador cuando critica a aquellos personajes del pasado que antes callaron y ahora se dicen paladines democráticos, pero tampoco puede cerrar los ojos ante un sector social creciente que está en desacuerdo con la forma en que él conduce la nación.
Así como parece una burla que personajes que sacaron raja de la política mexicana y siempre han vivido de la “teta oficial” se enrollen en la bandera, también el Presidente de México está llamado a hacer un alto en el camino y no seguir en la confrontación estéril, haciendo oídos sordos.
Que Porfirio Muñoz Ledo, un político que ha gozado las mieles del poder, ahora pida la renuncia de AMLO, solo porque lo dejaron fuera de la jugada, es un absurdo; sin embargo, también es un absurdo que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México quiera minimizar el número de marchistas quienes también parecieron mandarle un mensaje a ella…
Aderezos
-¿Será que la marcha del domingo marcará un punto de inflexión en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien eso sí, no ha logrado desterrar problemas graves como la violencia?
-¿Por qué AMLO quiere a fuerzas lograr una reforma electoral que le permitiría tener control del INE? ¿En verdad lo hace porque no está seguro de que Morena arrasará en 2024 o es otra cosa lo que lo mueve?
-Entendemos a los morenistas que defienden las ideas que profesa el que vive en Palacio Nacional, pero también es sano mostrar que hay criterio propio de vez en cuando…
Síguenos en:www.ensaladadegrillos.com
@EnsaladadeG
@LaNeta3
MinutosInforma
EnContrastes
LaPortadaCh
Nau.Mx
HoyEnChiapas
EsferaPublica.Mx
InformativoChiapas
Chiapas24/7
En Twitter:@EnsaladadeG