Sr. López
Tía Elena tenía fama de tontita y consentidora. Era. Este menda, siendo niño, obtuvo autorización por única ocasión, de su titular de Averiguaciones Previas -mamá le llamaban otros niños a las suyas-, para ir de vacaciones a Veracruz con la tía que por cierto, era su hermana. Fuimos cinco niños y sus dos hijos, Guillermina, ya señorita, y Danielito, su hijo chico, objeto de todas sus complacencias y consentido hasta el asco. Allá estábamos los mocosos muy contentos -haciendo lo que nos daba la gana bajo la mirada bovina de la tía-, cuando Danielito algo hizo -no se supo qué-, y tía Elena, a cuerazos le dejó las nalgas listas para trasplante de piel… derechitos anduvimos todos a partir de eso: “Sí, tiíta”, respondíamos muy obedientes después de ver de qué era capaz la Dra. Jekyll en plan de Sra. Hyde… “sí, tiíta”.
Mientras en esta nuestra risueña tierra, los gallardos integrantes del peladaje nacional, estamos muy emocionados esperando saber si se quita el horario de verano; si los EU entienden que la promoción de autos eléctricos es un grave error como les explicó nuestro Presidente; comidos por la curiosidad de saber cuánto gana Loret; confiando en que España se disculpe con nosotros por habernos conquistado (aunque los que estamos acá somos mestizos de los que vinieron a conquistar y los que se tienen que disculpar son los que se quedaron allá y no han venido ni de vacaciones); celebrando que la Jesusa Rodríguez se va de embajadora a Panamá (en diplomacia sí hay transformación); mientras se cimbra la democracia nacional por el pavoroso caso del cándido Alito y la pérfida Sansores… mientras todo eso, en un perol las brujas cocinan el venenoso potaje que el tío Sam encargó para suministrarlo a nuestro gobierno como enema (y arde).
No es por el fallido boicot a la Cumbre de las Américas. No es por usar a los migrantes para presionar a los EU (extorsión se llamaba antes). No es por nuestra peculiar manera de entender el T-MEC. No es por haberle regateado a Joe Biden reconocerlo como presidente electo.
No, no es por nada de eso, es por algo en lo que nuestro vecinito del norte es peor que Gabino Barrera el que no entendía razones: su seguridad nacional.
Ya han mandado varios recados, entre otros y muy de tomarse en cuenta, los del general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, el que cuida todo el hemisferio norte de nuestro continente, quien afirma, sea cierto o no, que entre el 30 y el 35% de nuestro territorio está controlado por la delincuencia organizada. Si es falso, igual preocupa saber que para el gobierno de los EU es un hecho y lo considera una real amenaza a su seguridad interior.
El mismo General, a fines de marzo pasado, en una formalísima comparecencia ante su Senado, aseguró que “la inteligencia militar rusa tiene más espías en México que en ningún otro país del mundo”, que son “muy agresivos y activos y pueden aprovechar la inseguridad que hay en México para entrar a los EU con intenciones nefastas” y remató “y esto sucede aquí, en nuestro propio vecindario, en nuestro hemisferio”.
Si nuestra Secretaría de Gobernación en tiempos de doña Olguita Sánchez Cordero, consideró que nadie se iba a enterar del rumor de las docenas de rusos que decían tenía discretamente hospedados en Querétaro, se equivocó. A espiar nadie le gana a los EU y nosotros así como que muy discretos, no somos.
Ahora mismo, en nuestra prensa nacional pasa casi desapercibida la noticia sobre el Boeing 747 de la compañía venezolana Emtrasur que está retenido desde hace poco más de una semana en el aeropuerto internacional de Ezeiza de Buenos Aires, Argentina, pues las autoridades de ese país recibieron información “de organismos de inteligencia extranjeros” que advertía de la “pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán”, señaladas desde 2007 como “terroristas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos”.
En el avión llegaron 14 venezolanos y cinco iraníes como tripulantes de la aeronave; las autoridades argentinas revisaron y devolvieron sus pasaportes a los venezolanos pero se lo retuvieron a los cinco tripulantes iraníes por considerarlos vinculados con empresas señaladas como terroristas por los EU. Sí, lo de “organismos de inteligencia extranjeros”, era el tío Sam.
El ministro de Seguridad de la Argentina, Aníbal Fernández, dijo el lunes que la situación del avión y de sus pasajeros está bajo investigación por parte de la administración nacional y la justicia federal. Es un escándalo creciente en la Argentina y trascendió que el piloto del avión se llama igual que un miembro de la Guardia Revolucionaria Iraní.
La noche del lunes, madrugada del martes, agentes del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal Argentina, fue al hotel donde tienen hospedados a los “retenidos” y les confiscó celulares y computadoras personales. Los elementos de las fuerzas de seguridad de Argentina, que la semana pasada estuvieron involucrados en el operativo inicial de revisión del avión y reportaron que todo estaba en orden, ahora están bajo investigación y por orden de un juez, ya no pueden intervenir en el asunto.
En la Argentina sigue el escándalo; lo están manejando con pinzas porque ese avión no era la primera vez que llegaba a Sudamérica. Es cosa grave y los aparatos de inteligencia de varios países están colaborando con Argentina en las investigaciones.Pensará usted ¿y esto a mí, qué?… no, nada, solo que el avión salió de Querétaro, México, el pasado domingo 5 de junio, rumbo a la Argentina. Lo bueno es que nuestras autoridades van a exigir pruebas si se considera que hay algo irregular.
Es lo malo de creer que don Biden es un viejito guango, no lo es y si lo fuera, las cosas allá no son como acá: en los EU funcionan con gran autonomía tanto sus órganos de inteligencia como los de justicia. De veras, lo mejor de los dados… por el bien de todos, primero, derechos.